viernes, 18 de julio de 2014

Tercer Día (parte 2)

¡Joder!, ya son casi las 8 y yo aún sigo con este cabello implacable, pero que rayos hare estoy muy frustrada y desesperada que no se ni que debo hacer primero… -inhalo profundamente-  ok, en primera no debo de pensar algo más de él, con respecto a que quiera algo conmigo, la otra es, ¿Por qué diantres quiero verme bonita el día de hoy? ¡Aagg! no lo sé –bajo los hombros y me siento en la cama totalmente resignada-.  En eso me sobresalto nuevamente por que tocaron con tremenda brusquedad a mi puerta, es mi madre y mi hermana (que por cierto es una chica universitaria muy popular, y se llama Endy)
-¿Que quieren?- digo en un tono desganado y fastidiado
-Hija, nos ha sorprendido que un muchachito te buscara, ¿podrías platicarnos quién era?, esto no es muy usual, sin ofenderte cariño-
-Mamá, por favor no hagas esas preguntas incomodas, en estos momentos no quiero hablar de ello, déjenme sola-
-A ver (T.N.) si era un chico, al parecer querrá verte ¿no es así?-  me dice con un tono, que me provoca cierta seguridad
-No lose Endy, estoy confundida y muy estresada, no sé cómo verme bonita- inmediatamente me tapo la boca, pues sé que es algo que no va conmigo para nada, yo ¿viéndome bonita?, baah puras tonterías
Como yo me recosté, sentí el leve jalón de mi hermana y me reiteró poniendo sentada sobre la cama mientras yo seguía encorvada  y apenada por lo que mi maldita boca había dicho.

-Vaya (T.N.) ¿Qué haremos contigo? Porque nunca quieres hablar conmigo sobre estas cosas (T.N), es muy frustrante ¿sabes?- me encojo de hombros apenada – bueno pues quiero que te quede claro que eres un chica linda, pero te escondes mucho en tu semblante, así que hoy vas a lucir bella- aaah mi estúpida sonrisa volvió a invadirme, pero no creo sentirme tan mal después de todo.

Se escucha que alguien toca la puerta, mi madre abre y le dice a alguien que pase, su tono de voz es muy emotivo, al parecer está muy anonadada de lo que está pasando.
-¡(T.N) te buscan, ya han llegado por ti, baja cariño!- Dios mío, mis piernas son como gelatina al parecer es Aaron y solo de imaginarlo me pongo muy nerviosa.
Bajo lentamente las escaleras, no estoy acostumbrada a usar tacones y mucho menos estar arreglada, se que mi hermana quiso hacerme ver sexy, pero sabe que yo no me sentiría cómoda con un vestido entallado, así que opto por una falda larga color negro y una blusa pegada dejándome al descubierto mi ombligo, unas zapatillas color negro no tan altos pero para mí gusto lo son, me recogió el cabello hacia atrás haciéndome una coleta algo respingada y bien hecha, mis ojos maquillado con unos tonos ligeramente oscuros,  los labios en un tono durazno. Uau impresionada de mi cambio pero manteniendo un cierto margen en mi estilo.
Aaron me mira estupefacto de mi cambio y solo observo que me mira con tanta fascinación que pareciera un niño recibiendo su juguete favorito, dios, es tan hermoso
-Uau, te vez increíble (T.N.), es un cambio totalmente diferente-
-¿Diferente?-
-Eeh… quise decir que te vez…  preciosa (T.N.)- me ruborizo, no puedo creer lo que me está diciendo este hombre tan hermoso y perfecto –entonces ¿estas lista?-
Asiento con la cabeza, tomo mi bolso, volteo hacia dónde está mi hermana y ella me hace un gesto de que todo estaba perfectamente bien y sobre todo que Aaron también era un buen partido, vaya quien lo iba a decir pero sinceramente  esta noche comienza a ser perfecta.

Llegamos a la fiesta, habían muchos coches fuera de la enorme casa, está llena de luces blancas alrededor de los árboles y sobre la misma casa, por un momento pensé, que porque la navidad se había adelantado y solo reí para mí misma. Entramos y yo como siempre con la cabeza ligeramente agachada por la pena que aún me invadía por el hecho de verme “Diferente”, lo cual me sigue poniendo roja como un tomate.
-Hey Aaron que tal- Un chico igualmente guapo, al parecer también está de intercambio. Es alto tiene una espalda ancha, ojos verdes, cabellos oscuro, piel ligeramente bronceada y bastante guapo, pero no tanto como Aaron
-Hola Geremy, te presento a (T.N.), estamos en la misma clase de Artes- Me mira y me sonríe sorpresivamente y me alza la mano para estrechar la mía
-Mucho gusto (T.N.), espero que se la pasen muy esta noche, luces espectacular- me ruborizo y agacho la mirada, después observo de reojo a Aaron que me miraba con sus ojos azules penetrantes y admirados.
-El gusto es mío Geremy- nos saludamos, y Aaron me pone la mano en la espalda para continuar nuestro recorrido en la fiesta, mientras con la otra hace un gesto de despedida a Geremy.